¡Bienvenido a mi blog sobre fisioterapia!
En el artículo de hoy te voy a hablar de por qué la fisioterapia es una aliada increíble para ayudar a tus mayores.
Seguro que recuerdas a personas que hace años eran felices. Capaces de moverse por ellos mismos. Capaces de vivir su vida.
Debido al paso del tiempo, sus habilidades físicas se han visto mermadas y esto les ha limitado mucho.
Por suerte para ellos, la fisioterapia tiene una rama que se especializa en ayudar a nuestros mayores a poder vivir una vida digna y ser independientes.
Vamos a hablar de los tratamientos que deben recibir y qué podemos hacer para ayudarles ya que se merecen todo lo que podamos hacer.
Ayuda a los tuyos antes de que sea tarde.
Empecemos.
Como siempre recomiendo en mi blog, lo primero que tienes que hacer es contactar con un profesional. ¿Por qué? Porque él te guiará y te ayudará en el proceso de rehabilitación de tus mayores.
Necesitas un planning para realizar todo el proceso de manera correcta. Existen muchos fisioterapeutas como yo que realizan sus terapias a domicilio para ayudar a nuestros mayores.
Uno de los problemas que tienen normalmente es la incapacidad para desplazarse. Si tienen movilidad reducida, ir a la clínica puede suponer un gran problema. Más cuando algunos de nuestros mayores viven en pueblos o zonas alejadas de las grandes urbes.
Por ello, para recibir un tratamiento adecuado en casa, te recomiendo contactar con un fisioterapeuta a domicilio de tu zona y empezar cuanto antes.
Otra cosa que puedes hacer para ayudarles a mejorar sus dolores del día a día es comprar un buen sillón de masaje. Este tipo de aparato suele relajar mucho los músculos de nuestro cuerpo, aliviando de manera considerable las molestias.
De todas formas, esto no sustituye al trato de un fisio profesional.
Otra forma de ayudarles a recuperar su autonomía es proponiéndoles realizar ejercicio físico moderado. Salir a andar, un paseo, etc. Incluyo algún deporte adaptado a su condición.
Cualquier excusa es buena mientras ayude a su estado de salud. Movimiento es vida.
La atención a nuestros mayores es compleja porque suelen padecer múltiples afecciones que requieren el conocimiento de numerosas especialidades.
Las personas mayores desarrollan con frecuencia afecciones musculoesqueléticas, cardiovasculares y neurológicas. Y puede haber solapamientos en estos órdenes, ya que los mayores presentan dos o más enfermedades crónicas al mismo tiempo.
Debido al efecto de la edad en el estado de salud de los mayores y a su efecto en ellos, es aconsejable que la actividad en los mayores esté capacitada en la evaluación y operación musculoesquelética, neurológica y cardiovascular.
Los conocimientos esenciales de un fisioterapeuta especializado en el cuidado de ancianos deben incluir, por lo tanto, un conocimiento completo de las prácticas de actividad en estos tres órdenes, fijándose en el cuidado de los ancianos.
Seguro que si eres un adulto tienes dolores musculares casi todos los días. Es normal. ¿Sabes qué es lo que te pasa? La vida te pasa. Según nos hacemos mayores, estos dolores se acentúan y a veces, nos impiden realizar nuestra vida con normalidad.
Ya sea por inactividad, por deporte o por alguna enfermedad previa, todos tenemos necesidades relacionados con la fisioterapia que deberemos tratar antes o después.
Ahora ponte en la piel de tu padre o tu madre, que después de tantos años de vida, tienen más necesidades especiales que nadie.
Es habitual que las personas mayores se vean afectadas y sus músculos se vean degenerados.
Como siempre, los motivos pueden ser muchos: se jubilan y ya no se mueven como antes, han tenido alguna enfermedad que les ha incapacitado y por tanto han reducido su movimiento diario, o inclusive alguna enfermedad grave que ha atacado directamente a su cuerpo.
¿Qué podemos hacer para ayudarles?
La mejor forma de ayudarles es contar con la ayuda de un fisioterapeuta profesional. Muchas veces nuestros mayores no dicen nada por no molestarnos y cuando nos damos cuenta de sus necesidades, es demasiado tarde.
Con la ayuda de un fisio y la realización de ejercicios específicos, es posible que recuperen esa musculatura que perdieron y que puedan moverse otra vez.
Pero no es solo el hecho de moverse. Es el hecho de devolverles la autonomía que tenían antes. Que sean capaces de ir a casi cualquier sitio por su cuenta.
Que sean capaces de levantarse de la cama y tener una vida de nuevo.
Que sean capaces de quedar con sus conocidos y echar el día.
Que sean capaces de ir a las reuniones familiares y jugar con sus nietos.
Muchas veces estos efectos se ven no solo en el físico de nuestros mayores, sino en su estado emocional. Un efecto que no se percibe a primeras es que su incapacidad afecta de manera negativa a su estado mental.
Esto produce que tengan menos confianza en ellos mismos, menos autoestima, menos ganas de hacer cosas… al final es un bucle.
Si conoces a alguna persona en esta situación, te recomiendo contactar con un fisioterapeuta profesional para empezar cuanto antes su rehabilitación.
Yo me especializo en la fisioterapia geriátrica para ayudar a mis pacientes a ser autónomos y felices.